El ROI o retorno sobre la inversión, cuyas siglas provienen del término en inglés «return on investment», es la relación o ratio financiero que compara el beneficio obtenido frente a la inversión realizada.

Qué es el ROI.

El ROI es una ratio que cuantifica en términos financieros el rendimiento de una empresa, proyecto o actividad, por lo que es una herramienta útil a la hora de valorar su eficacia, retorno o rentabilidad con una sencilla operación aritmética.

Cuando se hace una inversión, es necesario conocer cuál será o cuál fue su retorno o rendimiento para determinar si fue una buena inversión o no, o si se justifica invertir en esa empresa o proyecto.

El ROI se puede utilizar para hacer una proyección antes de realizar una inversión en una empresa ya establecida, y se recomienda hacer periódicamente para establecer una línea de tiempo que marque una tendencia.

Cómo calcular el ROI.

Matemáticamente, el ROI se define como:

ROI= (BAI/Activos medios) *100

Donde BAI son los beneficios antes de impuestos y los activos medios son el valor medio de los activos empleados para generar dicho beneficio.

Se trata de un concepto sencillo, si bien los cálculos pueden ser complejos en la medida en que compara el beneficio de una empresa con el tamaño de su balance.

Ejemplo del ROI.

A modo de ejemplo, una empresa o inversión que tiene unos activos medios de 80.000 € y genera unos beneficios de 5.000 €, tendría un ROI del 6.25%.

(5.000/80.000)*100 = 6.25%.

Lo anterior también lo podemos representar así:

Ganancia ÷ Inversión.

Reemplazando valores, tendremos que el ROI es el siguiente:

5.000 ÷ 80.000 = 6.25.

Se toma la ganancia antes de impuestos y se divide entre la inversión, que en el caso de una empresa son sus activos totales.

De este sencillo análisis, intuitivamente se aprecia que cuanto mayor sea el ROI, mejor y más rentable será la inversión o la empresa analizada generará un mayor rendimiento financiero. Un ROI negativo indica que la actividad genera pérdidas.

Utilidad del ROI.

El ROI es un método de análisis para todo tipo de inversión, muy utilizado para el análisis del sector financiero, puesto que la ratio mide la rentabilidad de una entidad financiera en relación a sus activos totales medios.

También se ha venido utilizando este parámetro para seguir la evolución de una empresa en el tiempo. Por ejemplo, para ver si el crecimiento de una empresa va acompañado de un aumento de la rentabilidad, o para ver si una línea de fabricación establecida, proyecto, etc. se está agotando. En este caso, sus niveles de ROI serán decrecientes en el tiempo.

En los últimos tiempos, el ROI se está utilizando con frecuencia para medir el rendimiento de las campañas publicitarias (ROI de ventas) y sobre todo de los denominados Social Media.

Cada vez es más frecuente hablar del ROI social o el ROI de reputación. Ambos parámetros buscan medir el éxito de las campañas para mejorar la imagen de marca de las compañías.

Así, el ROI social trata de medir el funcionamiento de las redes sociales de una marca a través del número de seguidores, etc.

El ROI de reputación de una marca se refiere al posicionamiento en su sector, tomando referencias como el número de fans o followers que se identifican con la marca y sus valores.

En fin, el ROI trata de medir el rendimiento o retorno de cualquier inversión que se realice, a fin de evaluar su pertinencia o conveniencia.

Barreras de entrada a los mercados

Renta fija y renta variable