La reclasificación de las cuentas es necesaria cuando el saldo final de una cuenta no representa su naturaleza, debiendo ser reclasificada a una cuenta que se corresponda para evitar saldos negativos.
Reclasificación de cuentas contables.
La reclasificación de una cuenta consiste en que el saldo de la cuenta a reclasificar debe ser trasladado a otra cuenta, de forma tal que la presentación de los estados financieros y la información contable sea lo más adecuada posible.
La necesidad de reclasificar una cuenta, por lo general, surge cuando el saldo de dicha cuenta es contrario al de su naturaleza.
Ejemplo: las cuentas del activo son de naturaleza débito; luego, si al finalizar el periodo queda alguna cuenta con saldo crédito, habrá que reclasificarla, ya que no se puede presentar así.
Clasificación correcta de la cuenta según su saldo.
Cuando el saldo final de una cuenta es contrario a su naturaleza, como en el caso del activo que queda con un saldo crédito, significa que su saldo es negativo, que en lugar de tener se debe, y por tanto, debe ser reclasificado en una cuenta del pasivo.
Un ejemplo clásico de la reclasificación de las cuentas es cuando la cuenta de bancos presenta un saldo rojo, es decir, un saldo crédito. Como no es nada presentable un informe con una cuenta de bancos en rojo, hay que proceder a su reclasificación.
Si la cuenta de bancos está en rojo, significa que sacamos del banco más dinero del que teníamos, lo que quiere decir que se ha presentado un sobregiro bancario; de modo que le estamos debiendo dinero al banco, por tanto, hay que reconocer un pasivo financiero.
Ejemplo de reclasificación de cuentas.
Supongamos que tenemos la cuenta de bancos con un saldo de -$1.000.000. La reclasificación sería así:
Cuenta | Débito | Crédito |
1110 | 1.000.000 | |
2105 | 1.000.000 |
Se ha debitado la cuenta de bancos en razón de que tenía un saldo crédito, y se ha acreditado la cuenta de obligaciones financieras, puesto que se debe reconocer la deuda que se tiene con el banco al haber sobregirado la cuenta.
Otra cuenta que en ocasiones requiere ser reclasificada es la cuenta de clientes, situación que se presenta cuando un cliente paga más de lo que debe, dando lugar a un saldo a favor del cliente, lo que se convierte en un pasivo para la empresa; por consiguiente, hay que reclasificarlo como tal.
Al realizar el cierre contable, hay que proceder a verificar el saldo de cada cuenta, para así realizar los ajustes contables pertinentes, y, de ser necesario, reclasificar las cuentas a que haya lugar, a fin de no presentar cuentas con saldos negativos.
Diferencia entre ajuste y reclasificación.
La reclasificación de una cuenta es el proceso de clasificar nuevamente la cuenta para ubicarla correctamente, como un pasivo que en verdad no lo es o un activo que en verdad es un pasivo, así que la clasificación inicial deja de ser correcta y se requiere una nueva clasificación.
El ajuste de una cuenta implica que los valores o saldos de esa cuenta se verifican; al encontrar diferencias o imprecisiones, se hace el ajuste respectivo, como sumar o restar valores para hacerlos corresponder con la realidad económica y financiera.
La reclasificación implica cambiar el tipo de cuenta utilizada, en tanto que el ajuste implica únicamente la modificación de los valores de la cuenta sin cambiar el tipo de cuenta, de modo que la cuenta del pasivo sigue siendo del pasivo.
Ahora, producto de un ajuste, puede que sea necesario reclasificar una cuenta, por lo que primero se produce el ajuste y luego, según el resultado, se hace la reclasificación de la cuenta.
Decíamos que si un cliente nos debe 30 y hace el pago de 29, nos queda debiendo 1; pero si al hacer el ajuste nos damos cuenta de que en realidad solo nos debía 28 y pagó 29, entonces somos nosotros quienes le debemos 1, y debemos hacer la reclasificación correspondiente.
Forma de citar este artículo (APA):
Gerencie.com. (2023, mayo 7). Reclasificación de cuentas [Entrada de blog]. Recuperado de https://www.gerencie.com/reclasificacion-de-cuentas.html
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