La capacidad ociosa de una empresa o negocio es un indicador de que las cosas se están haciendo bien o mal, y tiene un gran efecto financiero para la empresa.
Qué es la capacidad ociosa.
Se entiende por capacidad ociosa aquella capacidad instalada de producción de una empresa que no se utiliza o que se subutiliza.
Toda empresa, para poder operar, requiere de unas instalaciones que conforman su capacidad para producir. Lo ideal es que estas instalaciones sean aprovechadas al 100%, algo que no siempre sucede ya sea por falta de planeación o por situaciones ajenas al control de la empresa.
La capacidad instalada no utilizada es lo que se conoce como capacidad ociosa, que no produce nada y permanece ociosa.
Costo de la capacidad ociosa.
La capacidad ociosa supone un coste para la empresa, pues parte de su capacidad de producción no está siendo aprovechada y no está generando ingresos.
Además, la capacidad ociosa representa para la empresa un alto costo financiero, puesto que las instalaciones no utilizadas requieren mantenimiento, se deterioran y posiblemente queden obsoletas antes de generar alguna renta a la empresa.
Falta de proyección y planeación en la capacidad ociosa.
Quizás la principal razón por la que no se utiliza el 100% de la capacidad instalada de una empresa es la falta de planeación, un deficiente estudio de mercado y falencias en las proyecciones de ventas.
Como ya se hizo mención, la capacidad ociosa se produce cuando la empresa no utiliza la totalidad de sus instalaciones para operar, y la razón de esa inutilización o subutilización se debe a que la empresa no puede comercializar toda su producción.
Una empresa que, por ejemplo, tiene capacidad para producir 10,000 unidades de un determinado bien, pero que solo puede vender 6,000, tendrá una capacidad ociosa del 40%. En estos términos, a la empresa le resulta menos oneroso no producir a su capacidad total que tener una gran cantidad de inventarios que posiblemente no venda y que, al final, se pierdan.
Si una empresa solo vende 6,000 unidades y tiene capacidad para producir 10,000, es evidente que no se hizo una correcta evaluación del mercado que podría cubrir la empresa. Lo ideal es que la empresa opere al 100% y, además, venda la totalidad de la producción.
Invertir más de lo que se requiere en instalaciones significa inmovilizar una cantidad importante de recursos que no le generan ningún ingreso a la empresa, sino que, por el contrario, le representan un costo adicional e innecesario.
Así como en la actualidad se trata de aplicar una política de cero inventarios, igual se debe hacer con los activos fijos de la empresa. No se deben tener más activos de los que estrictamente se necesitan, puesto que un activo que no se requiere representa un doble costo para la empresa: primero, se requiere invertir recursos en su adquisición o construcción y, en segundo lugar, se requiere hacerle un mantenimiento constante.
Costo de oportunidad en la capacidad ociosa.
Tener activos fijos innecesarios representa un costo financiero importante para la empresa si se tiene en cuenta que todo activo debe ser financiado, bien sea por aportes de los socios, reinversión de utilidades o mediante pasivos externos. En cualquiera de los casos, esa financiación tiene un costo financiero de oportunidad implícito o explícito.
Siempre habrá una mejor alternativa de inversión que adquirir activos innecesarios, como pagar deudas o retribuir a los socios.
El empresario debe determinar con exactitud cuáles son los requerimientos de su empresa, tanto en activos fijos como en capital de trabajo, para así invertir en su proyecto o empresa lo justo. Cualquier otro recurso que exceda los requerimientos de su empresa puede invertirse en otro proyecto en el cual se pueda aprovechar el 100% de su capacidad.
De lo anterior se puede concluir que, cuando se pretende iniciar un proyecto, se debe evaluar no solo su valor presente neto y su tasa interna de retorno, sino también las necesidades precisas en instalaciones, maquinaria y demás activos.
Cualquier desfase en las proyecciones implica que la empresa o proyecto deba asumir un costo financiero adicional e innecesario, que en muchas ocasiones puede ser suficiente para que el proyecto no sea rentable o viable a mediano o largo plazo.
Capacidad ociosa en las finanzas personales.
La capacidad ociosa aplica también en las finanzas personales y en la vida cotidiana de toda persona.
Cada persona tiene unas facultades, aptitudes y cualidades que, por lo general, no aprovecha al máximo, por lo que parte de su capacidad productiva no es aprovechada.
Se da en el trabajo, en el estudio y en casi cualquier actividad personal, ya que es natural que no demos lo suficiente de nosotros, y de allí que tengamos mucho tiempo ocioso o improductivo que, sin duda, tiene implícito un costo financiero que, por lo general, nunca cuantificamos.
Forma de citar este artículo (APA):
Gerencie.com. (2022, marzo 22). Capacidad ociosa [Entrada de blog]. Recuperado de https://www.gerencie.com/capacidad-ociosa.html
Un resumen muy asertivo y útil.
Gracias por su comentario. Si tiene alguna duda o inquietud, no dude en plantearla.