Barreras de entrada a los mercados

Si es un nuevo emprendedor o un empresario con cierta experiencia y está pensando en iniciar una nueva empresa o en lanzar un nuevo producto al mercado, a continuación, citaremos unos cuantos consejos que hay que tener en cuenta sobre las barreras de entrada, que son cruciales para integrarse en un nuevo mercado.

Qué es una barrera de entrada.

Comenzaremos explicando qué son las barreras de entrada. Las barreras de entrada son las dificultades u obstáculos que una empresa o nuevo emprendedor se puede encontrar en el camino a la hora de introducirse en el mercado. Por tanto, las barreras de entrada también se podrían calificar como una medida de competitividad de un mercado.

Existen barreras de entrada u obstáculos de diferente índole, puesto que pueden ser de causa social, económica y política. De igual manera, cada mercado tiene una serie de condicionantes para que una firma pueda empezar a competir.

Además, estas barreras afectan directamente a las políticas de inversión de las compañías, ya que algunos mercados exigen altas cantidades de inversiones antes de introducirse en ellos, por lo cual, de entrada, ya descartan a un gran número de candidatos.

Clases de barreras de entrada.

Seguidamente, nombraremos los dos tipos de barreras de entrada que hay que sortear a la hora de introducirse en un mercado: las barreras absolutas y las barreras relativas.

Barreras de entrada absolutas.

Las barreras absolutas son las que niegan por completo la entrada de una firma a un nuevo mercado. Estas barreras son infranqueables, puesto que requieren de una licencia para poder ejercer, tales como los canales nacionales de televisión, farmacias, telefonía móvil, entre otros.

Las barreras de entrada, por lo general, son medidas proteccionistas y están allí intencionalmente como política de Estado para proteger a determinados actores del mercado.

La política gubernamental. En este apartado hay que recalcar que el gobierno tiene todo el poder de impedir o limitar la entrada de una compañía a un nuevo mercado por medio de licencias, un requerimiento mínimo de capital, el acceso a materias primas, la seguridad o eficacia, normas de anticontaminación, e incluso el acceso a materias primas.

Barreras de entrada relativas.

Las barreras relativas son más accesibles para poder sumergirse en un nuevo mercado, pero no por ello están exentas de barreras o dificultades. Aquí entrarían a formar parte compañías como la banca o la imagen en el mundo de la moda.

Dentro de las barreras relativas, asimismo, existen una serie de variables que hay que traspasar para acceder al nuevo mercado, como, por ejemplo, la economía de escala, donde hay que tener en cuenta si se quiere ingresar al nuevo mercado a pequeña o gran escala, ya que esto supondría un alto coste si decidimos ir a gran escala, u obtener pequeños beneficios si acaparamos la pequeña escala.

Cómo superar las barreras de entrada.

Las barreras de entrada pueden ser superadas, en especial las relativas, puesto que en gran medida dependen de la acción del empresario, quien puede tomar medidas o decisiones encaminadas a sortear las dificultades que se le presenten.

La diferenciación del producto también es importante; hay que pensar en la patente, la fidelidad del cliente, el prestigio y la identificación de la marca.

La necesidad de capital, ya que esta barrera relativa involucraría invertir grandes cantidades de capital para elaborar un I+D o realizar una buena campaña en publicidad.

El coste de cambio es otra variable que no se debe olvidar, pues requiere la necesidad de formar al personal, los equipos auxiliares, el nuevo diseño del producto, la asistencia técnica, aparte de los costes psicológicos para acabar una relación, cuando el cliente cambia de proveedor.

La globalización, en un mundo cada vez más pequeño, dificultaría, en gran medida, la entrada de competidores locales si una gran compañía global entra a un mercado local.

Y hay otra serie de desventajas que no podemos ignorar, como la curva de aprendizaje o experiencia, las subvenciones del gobierno a las empresas ya establecidas, las ventajas de localización, una tecnología del producto patentada y el acceso favorable a las materias primas.

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