Es de público conocimiento que existen sociedades de papel creadas con el único propósito de vender facturas de venta sobre operaciones ficticias, para que el comprador pueda soportar costos e impuestos descontables en el IVA, que, por supuesto, son falsos, como una estrategia para evadir impuestos, o peor, para desfalcar al Estado con devoluciones de IVA a las que no se tiene derecho.
Cuando el que vende facturas es el contador de la empresa.
Lo anterior es de conocimiento generalizado, pero de lo que vamos a tratar en esta nota es el hecho de que, en algunos casos, el responsable de la venta de facturas no es el contribuyente o la empresa, sino el contador público o algún otro empleado de la empresa, y, por supuesto, sin conocimiento de las directivas o dueños de la empresa.
Algunos contadores públicos hacen parte de las redes delincuenciales que se han creado para comercializar facturas de ventas ficticias, y, sin que su cliente tenga conocimiento, generan facturas por las que llegan a cobrar hasta el 6% del valor factura, o incluso más.
Es un negocio que genera muchísimo dinero, y en el que se han creado una especie de mafias que se mueven en varios niveles en el país.
Auditorías permanentes a los responsables de la facturación.
La anterior realidad hace necesario que la empresa realice auditorías constantes a los procesos de facturación para detectar oportunamente cualquier irregularidad.
De otra parte, las credenciales para acceder a los sistemas de facturación deben estar en manos de personas de mucha confianza y de muy pocas personas, y, aun así, se deben realizar auditorías permanentes para evitar riesgos.
El contribuyente debe desplegar las medidas necesarias para evitar que sus empleados cometan irregularidades con el potencial de causarle grandes perjuicios, que incluso pueden llevar a la liquidación de la empresa.
Denuncia penal al contador público que cometa irregularidades.
El contador público que sea sorprendido cometiendo este tipo de irregularidades debe ser denunciado penalmente de inmediato.
La denuncia debe hacerse también ante la Dian y, por supuesto, ante la Junta Central de Contadores, pues a un contador que cometa estos delitos no se le puede permitir que siga siendo contador público.
Llamado a los contadores públicos.
El comportamiento irregular de un solo contador afecta la imagen de todo el gremio de contadores, y el llamado es a que no se tolere este tipo de comportamientos de un colega y no guardar silencio cuando se conozca de algún contador que incurra en conductas delictivas.
Este llamado lo hacemos porque, en el pasado, cuando hemos denunciado prácticas indebidas por parte de contadores públicos, en lugar de recibir apoyo de los contadores, hemos sido fuertemente criticados por afectar la imagen de la profesión, ignorando que el mensajero no es el problema.
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