En las NIIF, el valor razonable es un método de medición de activos que implica reconocerlo por el valor de realización esperado, es decir, por lo que podría valer en el mercado.
Definición de valor razonable en las NIIF.
El párrafo 2.34, literal b de las NIIF, define el valor razonable en los siguientes términos:
«Valor razonable es el importe por el cual puede ser intercambiado un activo, o cancelado un pasivo, entre un comprador y un vendedor interesado y debidamente informado, que realizan una transacción en condiciones de independencia mutua.»
En otras palabras, el valor razonable es el precio de mercado de un activo o pasivo en condiciones de mercado normales y con todas las partes actuando de manera informada y libres de presiones externas, es decir, en una transacción transparente.
La medición del activo no se hace por lo que costó, sino por lo que se puede obtener de él en caso de venderlo, acercando su valor al valor de mercado.
Determinación del valor razonable.
La norma señala que en la determinación del valor razonable se deben aplicar las guías establecidas en los párrafos 11.27 a 11.32 de las NIIF.
El párrafo 11.27 establece los siguientes elementos:
- Mejor evidencia del valor razonable: La mejor evidencia del valor razonable es un precio cotizado para un activo idéntico o similar en un mercado activo. Este precio suele ser el precio actual de compra.
- Precio en acuerdos de venta vinculantes o transacciones recientes: Cuando no hay precios cotizados disponibles, el precio en un acuerdo de venta vinculante o en una transacción reciente de un activo idéntico o similar, en condiciones de independencia mutua y debidamente informadas, proporciona evidencia del valor razonable. Sin embargo, este precio puede no ser una buena estimación si han ocurrido cambios significativos en las circunstancias económicas o ha pasado un periodo considerable desde la fecha del acuerdo o la transacción.
- Ajuste de precios no representativos: Si el último precio de transacción no es un buen estimador del valor razonable (por ejemplo, debido a una transacción forzada o una venta urgente), la entidad puede realizar ajustes.
- Mercado no activo: Si el mercado para el activo no está activo y los acuerdos de venta vinculantes o las transacciones recientes no ofrecen una buena estimación del valor razonable, la entidad utilizará otra técnica de valoración para estimar el precio de transacción que se habría alcanzado en la fecha de medición, considerando condiciones normales del negocio y contraprestaciones habituales.
Destaca la importancia de la evidencia de mercado activo al tiempo que se fijan pautas para ajustar los precios no representativos en determinadas circunstancias.
Técnicas de valoración.
Respecto a las técnicas de valoración que se deben utilizar para determinar el valor razonable, el párrafo 11.28 de las NIIF considera lo siguiente:
- Transacciones de mercado recientes: Se utiliza el precio de transacciones recientes para un activo idéntico entre partes interesadas y debidamente informadas, actuando en condiciones de independencia mutua.
- Referencias al valor razonable de otro activo sustancialmente igual: Siempre que estén disponibles, se pueden utilizar referencias al valor razonable de otro activo sustancialmente igual al que se está evaluando.
- Flujos de efectivo descontados: Se aplica el método de flujos de efectivo descontados para estimar el valor presente de los flujos de efectivo futuros generados por el activo.
- Modelos de fijación de precios de opciones: En ciertos casos, se pueden aplicar modelos de fijación de precios de opciones para evaluar el valor razonable, especialmente cuando el activo en cuestión tiene características similares a una opción financiera.
Si hay una técnica de valoración comúnmente utilizada en el mercado y se ha demostrado que proporciona estimaciones fiables, la entidad utilizará esa técnica.
Es crucial que la técnica de valoración refleje razonablemente el precio que el mercado fijaría para el activo y que las variables utilizadas representen de manera razonable las expectativas del mercado y midan los factores de rentabilidad-riesgo inherentes al activo, para evitar errores en la medición, ya sea subvalorando el activo o sobrevalorándolo.
En cierta forma, el valor razonable tiene un componente de subjetividad debido a la naturaleza del mercado, que puede ser variable en el tiempo e incluso dependiendo de la ubicación de un mismo activo.
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