La utilidad marginal decreciente es un término muy utilizado en economía que supone un decrecimiento de la utilidad de un bien o servicio en la medida en que las necesidades son satisfechas.
Por qué la utilidad marginal es decreciente.
Cuando el ser humano posee un objeto, su interés en él disminuye, y si tiene más de ese mismo objeto, su interés disminuye aún más.
Cuando aún no se tiene el objeto, la persona le otorga mayor utilidad, pero una vez lo tiene, la utilidad percibida es menor. Esto es un comportamiento emocional que tiene un gran efecto en la economía.
Acceder a un bien adicional luego de satisfecha una necesidad representa para el consumidor una utilidad inferior a la que representaba ese mismo artículo cuando la necesidad aún no estaba satisfecha.
Ejemplo de utilidad marginal decreciente.
Supongamos que una persona compra un smartphone de última generación, lo cual le genera una gran satisfacción al consumidor; pero si se compran dos smartphones de la misma referencia, la utilidad percibida por esa segunda unidad disminuye.
Entre más se consume de un producto, menor es la utilidad que se percibe de él y, por consiguiente, menor es la posibilidad de que la misma persona vuelva a consumir ese mismo producto.
Consecuencias de la utilidad marginal decreciente.
Las personas consumen o compran bienes y servicios según la utilidad que perciban, de manera que en la medida en que se adquiere un determinado producto, el interés en el mismo disminuye en razón a la utilidad marginal decreciente, lo que disminuye también el consumo de ese producto.
La utilidad marginal no se refiere tanto al valor de una cosa en sí, puesto que es un asunto subjetivo de cada consumidor que pierde el interés en un producto o servicio en la medida en que lo consume.
Es natural que una persona sienta interés por un producto nuevo por un corto periodo de tiempo y, al cabo de unos días, ese producto nuevo que un día le trajo tanta satisfacción, con el pasar del tiempo ya no despierte su interés.
Esto ocurre porque la utilidad percibida por el consumidor disminuye en la medida en que usa o consume el producto, y de allí que todo producto nuevo, novedoso o recién llegado al mercado tenga ventas elevadas, y con el pasar del tiempo, esas ventas disminuyen como consecuencia de la utilidad marginal decreciente.
Para qué calcular la utilidad marginal decreciente.
La utilidad marginal decreciente se utiliza en microeconomía y en los estudios de mercado que hacen las empresas para evaluar el comportamiento del consumidor frente a sus productos.
Una empresa necesita que sus clientes no experimenten la utilidad marginal decreciente con sus productos para conseguir venderles más unidades, incluso si son básicamente el mismo producto.
Cuando el consumidor ve disminuida la utilidad marginal de los productos que compra, no comprará un nuevo producto ni estará dispuesto a renovar el producto que ya tiene, y las empresas deben evitar eso; por ello, necesitan calcular la utilidad marginal de su producto para tomar medidas a fin de que no sea decreciente.
Es importante despertar la necesidad del consumidor de comprar un nuevo smartphone cada año, aunque el modelo anterior sea completamente funcional y el nuevo modelo apenas haya cambiado de color o de tamaño. Esto ocurre cuando para el consumidor la utilidad marginal del producto no es decreciente.
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