En economía, se conoce como tasa marginal de sustitución (TMS) a la cantidad de bienes o servicios que un individuo está dispuesto a cambiar por otro, sin que por esta pierda su nivel de utilidad o satisfacción.
Qué es la tasa marginal de sustitución.
Por lo general, un producto puede ser sustituido por otro brindando al consumidor una satisfacción o utilidad al menos similar, pero también puede ser superior, y en ese sentido, tiene utilidad determinar la tasa marginal de sustitución.
Tanto el consumidor como el productor deben conocer la tasa marginal de sustitución a fin de poder tomar las decisiones encaminadas a maximizar su utilidad.
Muchas políticas empresariales y de grandes consumidores se basan precisamente en la tasa marginal de sustitución que les indica el mejor camino a seguir.
Ejemplo de tasa marginal de sustitución.
Para explicar mejor el tema, partamos de un ejemplo según el cual un individuo consume dos productos: producto A y producto B.
En condiciones normales, un individuo puede consumir 5 unidades del producto A y 3 unidades del producto B, logrando con ellos un nivel de satisfacción ideal para ese consumidor específico.
Pero al cambiar las circunstancias, es posible que ya no pueda seguir obteniendo con facilidad las 3 unidades del producto B, o bien porque es escaso o porque sus recursos no son suficientes, lo que también puede suceder por disminución de sus ingresos o por incremento del precio del producto B.
El caso es que, llegado el momento en que el individuo tenga dificultades para obtener las 3 unidades del producto B, optará por sustituir una unidad del producto B por una unidad del producto A, para seguir conservando el nivel de satisfacción considerado por él adecuado.
La sustitución de un producto por otro no debe afectar la utilidad que en su conjunto representan para el individuo, puesto que precisamente la sustitución de productos se realiza para mantener equilibrada la utilidad y la satisfacción del individuo.
En el supuesto de que no pueda adquirir las 3 unidades del producto B, el individuo estará dispuesto a sustituir una unidad del producto A, con el fin de mantener su grado de satisfacción en un momento dado. Dependiendo de la satisfacción y la utilidad que le representa cada producto individualmente, el consumidor podrá sacrificar un producto por otro.
Abundancia en la tasa marginal de sustitución.
Por regla general, entre más abundante sea un producto, más fácil resultará para el consumidor cambiarlo por otro, puesto que entre mayor sea la abundancia, menor es la utilidad que el individuo le otorga al producto.
Caso contrario, entre menor disponibilidad haya de un producto determinado, mayor será la utilidad que el individuo le otorga a un producto; por consiguiente, será reacio a sustituirlo por otro.
El individuo siempre presentará una tendencia a sacrificar el producto que le ofrezca una menor utilidad a cambio de aquel producto que para él represente mayor utilidad.
Es importante conocer la tasa marginal de sustitución, tanto para el individuo como para el productor, pues este podrá conocer, en determinado momento, qué productos estarán dispuestos los consumidores a sacrificar a cambio de otros.
Conocerlos con exactitud les permitirá una indudable ventaja, puesto que podrán aprovechar al máximo los comportamientos del consumidor en determinadas circunstancias y situaciones.
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