El término “spread” es de origen anglosajón y, aplicado a las finanzas, tiene el significado de diferencial. Un diferencial que se establece entre los intereses de la tasa pasiva (que es la que pagan los bancos a las personas que depositan sus ahorros en ellos) y los de la tasa activa (que es la que cobran los bancos por los préstamos o créditos que conceden). Así se establece una base de ganancia para los banqueros.
Qué es un spread.
Existen varios tipos de “spread”. Pero antes de continuar, recordaremos primero que el “spread” es el diferencial que existe entre el “bid-offer spread” (precio mínimo de compra) y el “bid-ask spread” (precio máximo de compra). Es una forma de proporcionar capital a un mercado concreto y forma parte del coste en las transacciones, añadido a la comisión.
Para obtener ganancias, se hace un cálculo del coste que le supone al banco pagar a las personas que les ceden su dinero en forma de ahorros (tasa pasiva), y a esto se le resta la tasa activa, que comprende los gastos administrativos y operativos del banco, los costes de las normativas que aplica el banco, etc. El “spread” debe cubrir todos estos costes y generar un beneficio para el banquero.
Aplicándolo en un ejemplo real, dentro del ámbito de las divisas, lo enmarcaríamos en una casa de cambio, donde ofrecen unos precios de compra de moneda que varían de los precios de venta de esa moneda. La diferencia entre estas cantidades de compra y de venta de la moneda es el “spread”, que siempre beneficia a la casa de cambio por la labor de ofrecer liquidez a quien quiera utilizar esa moneda.
Spread en el mercado financiero.
En el mundo de las finanzas, “spread” puede tener varios significados. Dentro de esta posibilidad, se conoce el “yield spread” como la diferencia entre el interés que existe entre dos productos diferentes y se utiliza como baremo comparativo. Es muy útil si los interesados quieren comparar dos créditos, por ejemplo. También existe el “spread trade”, que es un modo de transacción que tiene como objetivo obtener beneficios a través de las diferencias entre los precios de venta y de compra de acciones, opciones, etc. Se aprovechan del “bid-ask spread” citado anteriormente.
El “spread” se utiliza fundamentalmente en los mercados de futuros y para las materias primas, aunque también se aplica al mercado de los productos derivados.
Sabiendo utilizar la estrategia del “spread”, se pueden obtener beneficios con independencia de que la bolsa suba o baje.
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