Llamamos seguridad jurídica a un principio perteneciente al Derecho, el cual se reconoce universalmente. La base de este principio está en la llamada certeza del derecho.
Qué es la seguridad jurídica.
La seguridad jurídica no es más que la certeza que tienen los ciudadanos respecto a las normas y leyes que los gobiernan, en el sentido de que no cambiarán intempestivamente, afectando sus intereses.
La seguridad jurídica trata de evitar que el Estado cambie las reglas de forma sorpresiva y sin previo aviso, pues ello generaría una incertidumbre en la sociedad, que no tendría confianza en el sistema legal de su país, lo que le impide tomar decisiones sin saber lo que el sistema jurídico le deparará en un futuro.
Este principio representa, en el ámbito de su publicación y de su publicidad, la seguridad de que se tiene conocimiento, o de que se puede llegar a tener, de lo que la ley prevé como prohibido, permitido y mandado por los poderes públicos, respecto de uno mismo para con el resto de individuos y de estos para con uno mismo.
Concepto etimológico de la seguridad jurídica.
A nivel etimológico, podemos alcanzar algún conocimiento sobre el concepto de seguridad jurídica. En efecto, la palabra seguridad tiene su origen en una palabra latina, a saber, la palabra securitas. Esta proviene de sustantivar el adjetivo securus, el cual se puede traducir como tener seguridad de algo. Así, cuando aparece en la expresión seguridad jurídica, hace referencia a las garantías que ofrece el Estado a los individuos, según las cuales sus bienes materiales, la seguridad de su persona y sus derechos no serán violados.
Igualmente, la seguridad jurídica garantiza que, si todo esto es violado, el Estado asegura a los individuos que tanto sus bienes como el daño a su persona o los daños morales por la violación de sus derechos serán reparados por el resto de la sociedad. La seguridad jurídica es, pues, la "certeza del derecho" que posee el individuo en la sociedad, la cual está garantizada por el Estado.
El individuo se encuentra en una situación jurídica determinada; la ley de su país le protege de determinada manera y esta situación jurídica solo puede cambiar mediante los procedimientos legales establecidos para ello, los cuales suelen estar publicados previamente.
Seguridad jurídica en la economía.
Teniendo esto en mente, podemos aplicarlo al mundo empresarial y a las finanzas. Las empresas, sean personas físicas (por ejemplo, autónomos o trabajadores independientes) o personas jurídicas (sociedades anónimas, limitadas, etc.), también cuentan con las garantías que conlleva la seguridad jurídica.
Por supuesto, cuando hablamos de una persona física, ya sea un trabajador autónomo o un pequeño inversor, la seguridad jurídica se aplica en exactamente los mismos términos que se aplica para los individuos que no ejercen ninguna actividad empresarial.
Para el caso de las personas jurídicas, que es el estatus legal de muchas empresas, todo dependerá de los derechos que estas tengan, así como de sus deberes, los cuales pueden variar en función de las actividades económicas que desempeñen las distintas empresas, así como de la legislación específica por la que se rijan estas entidades en cada país.
Inseguridad jurídica.
La inseguridad jurídica es lo contrario a la seguridad jurídica, donde el ciudadano y el inversor no pueden tener certeza sobre el cambio de normas, reglas y condiciones en un futuro próximo.
Ello crea incertidumbre, haciendo imposible hacer planes a largo plazo, lo que aleja a inversores que no están dispuestos a trabajar en un medio cambiante que les impide trazar un camino correcto.
La seguridad jurídica no impide que las normas cambien, sino que exige un cambio razonable, con la suficiente anticipación que permita la adaptación a las nuevas condiciones.
De otra parte, hay inseguridad jurídica cuando no existen instituciones serias, donde no se siguen los procedimientos, donde hay populismo y las instituciones del Estado no están en manos de técnicos sino de políticos, etc. En ese ambiente es imposible una estabilidad jurídica, lo que ahuyenta a las personas y empresas.
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