¿Qué pasa si se imponen varias sanciones?

Un trabajador al que se le imponen varias sanciones puede incurrir en reincidencia, lo que da lugar a la configuración de una justa causa para su despido.

Reincidencia y acumulación de sanciones.

Que haya varias sanciones implica que el trabajador incurre constantemente en faltas disciplinarias, lo que podría interpretarse como reincidencia.

Se debe precisar que, cuando el trabajador incurre en una falta disciplinaria y es sancionado, la sanción extingue esa falta; por lo tanto, no puede ser sancionado nuevamente por esa misma falta. Sin embargo, la falta sancionada sí queda en el historial del trabajador.

En consecuencia, quien reiteradamente ha cometido faltas incurre en reincidencia, que por sí misma es una falta, aunque individualmente hayan sido sancionadas. Para evitar conflictos, lo ideal es incluir en el contrato de trabajo o en el reglamento interno una cláusula que regule específicamente la reincidencia del trabajador.

Reincidir en faltas leves constituye una falta grave.

El trabajador que reincide constantemente en el incumplimiento de sus obligaciones, incluso si todas sus faltas son leves, incurre en una falta grave que puede dar lugar al despido.

Al respecto, señaló la sala laboral de la Corte Suprema de Justicia en sentencia SL19449-2017:

«Y en cuanto al calificativo de «falta grave», que el empleador también le dio a la conducta del demandante, causal que igualmente está consagrada en el numeral 6 del literal a) del artículo 62 del CST, modificado por el artículo 7° del D. 2351/65, que al no estar consagrada como tal en pactos o convenciones colectivas, fallos arbitrales, contrato individual o el reglamento de trabajo, corresponde al juez calificarla, como jurisprudencialmente se ha sostenido, debe señalar la Sala, que ante la reincidencia del trabajador en los hechos que impliquen incumplimiento a las obligaciones laborales, independientemente de si son leves o no, es asimilable a falta grave, puesto que ello es muestra indudable que el actor no quiere adecuar su conducta laboral a las directrices dadas por la empleadora, proceder que tampoco requiere la causación de perjuicio para la empresa, debiendo concluirse entonces, que las omisiones en las que incurrió el aquí accionante, es de igual manera constitutiva de falta grave.»

Por lo anterior, el trabajador que ha sido sancionado reiterativamente eventualmente puede ser despedido con justa causa, observando, claro está, las circunstancias de cada caso particular, puesto que no existe una regla general para valorar la consecuencia de un comportamiento determinado.