La propensión marginal al consumo es un valor que indica la propensión de las personas a incrementar su consumo en caso de tener un incremento en sus ingresos.
Qué es la propensión marginal al consumo.
En un determinado país, y en un determinado momento, las personas pueden optar por consumir o por ahorrar, y ello debe ser considerado tanto por el estado como por la empresa privada para fijar sus políticas.
En consecuencia, la propensión marginal del consumo es una especie de indicador que mide la propensión o la posibilidad de que las personas incrementen su consumo en caso de tener un incremento de sus ingresos.
Con base en ello se fijan políticas y se toman decisiones tanto a nivel empresarial como a nivel macro y microeconómico.
Importancia de la propensión marginal al consumo.
La economía se mueve básicamente por el consumo de las personas, así que medir cuánto consumirán si se incrementan sus ingresos es una variable que los gobiernos consideran para tomar algunas decisiones económicas, como por ejemplo el incremento del salario mínimo o incluso la reducción de impuestos para incrementar la capacidad de consumo de las personas.
El consumo medio de cualquier persona está supeditado a su capacidad económica. Lo que mide la propensión marginal al consumo (PMC) es el crecimiento de este consumo cuando incrementa la renta. O lo que es lo mismo, mide empíricamente el consumismo inducido por los ingresos adicionales (marginales).
Esta relación entre consumo e ingresos se puede extrapolar en macroeconomía a conceptos de ahorro, importaciones y exportaciones, inversiones, etc., por lo que es de gran utilidad conocer en todo momento la propensión marginal al consumo de una sociedad o economía.
Cómo calcular la propensión marginal al consumo.
La propensión marginal al consumo se calcula mediante derivadas, con la siguiente fórmula matemática:
PMC = dC/dYD
De donde:
- PMC = Propensión marginal al consumo (fluctúa entre 1 y 0)
- C = Consumo
- YD = Ingreso disponible
El análisis keynesiano formula la PMC de la siguiente manera:
C = CO + cYD
De donde:
- CO = Consumo autónomo o fijo.
- c = Propensión marginal a consumir
Ejemplo de la propensión marginal al consumo.
Situémonos en la hipótesis de una persona que ingresa 2000€, consume 1800€ y ahorra 200€. Si esta misma persona aumenta sus ingresos en 1€ (una unidad), podremos empezar a calcular la PMC.
De este modo, el importe de ingresos incrementaría, siendo el total 2001€. La cantidad destinada al consumo sería de 0,7€ y se ahorrarían 0,3€ más, pasando a ser los totales de 1800,7€ y 200,3€ respectivamente.
Lo que se pretende demostrar con este concepto es que, en el caso de que esos ingresos iniciales siguieran aumentando, cada vez se destinaría más al ahorro y menos al consumo, debido a que la capacidad económica del individuo aumentaría y las necesidades básicas de consumo estarían cubiertas, permitiendo un mayor ahorro.
De este modo, podemos deducir con toda probabilidad que si se ingresara 1€ más, la relación consumo/ahorro podría ser de 0,6/0,4.
De esta relación entre consumo e ingresos se puede sacar la siguiente conclusión:
A medida que aumenta el nivel de ingresos, la PMC es menor. Dicho de otro modo, el aumento de ingresos es inversamente proporcional a la propensión marginal al consumo.
Ahorro y propensión marginal al consumo.
La propensión marginal al consumo permite identificar a la vez la propensión al ahorro de la población, en caso de tener un incremento de los ingresos.
Es obvio que, si se determina que la propensión marginal del consumo es baja, significa que la propensión al ahorro es mayor, puesto que un menor nivel de consumo necesariamente implica un mayor nivel de ahorro.
Esto sucede, por ejemplo, cuando hay un ambiente de nerviosismo o de inestabilidad, donde la población, a pesar de obtener un mayor ingreso, prefiere ahorrar, situación que debe ser detectada para que las políticas estatales y empresariales sean acordes con esa realidad.
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