Perder una cosa que se debe puede llevar a que se extinga la obligación del deudor para con el acreedor, pero ello no siempre es así.
Extinción de la obligación por pérdida de la cosa que se debe.
La pérdida de la cosa que se debe extingue la obligación en los siguientes casos contemplados en el artículo 1729 del Código Civil colombiano:
- Cuando perece el cuerpo cierto.
- Se destruye.
- Deja de estar en el comercio.
- Porque desapareció y se ignora si aún existe.
En los contratos en los que la obligación es la entrega de un cuerpo cierto, siempre que la cosa perezca en manos del deudor, se presume que ha sido por culpa suya.
De manera que, si existe culpa del deudor en la extinción de la cosa, la obligación persiste; es decir, no se extingue la obligación, como se explica a continuación.
Casos en que la obligación persiste cuando se pierde la cosa debida.
La obligación existe cuando el cuerpo cierto perece por culpa del deudor o estando este en mora. En este caso, le corresponde al deudor pagar el precio de la cosa e indemnizar al acreedor por los perjuicios causados.
La presunción de que, siempre que la cosa perezca en manos del deudor, se presume que ha sido por culpa suya, es una presunción legal, es decir, admite prueba en contrario.
Por otra parte, si el cuerpo cierto perece en manos del deudor estando en mora, pero este perece por caso fortuito, en el cual, igual hubiese perecido la cosa en manos del acreedor, el deudor solo deberá la indemnización de los perjuicios por mora causados al acreedor.
Carga de la prueba del caso fortuito.
En lo que respecta a la carga de la prueba cuando se trata de caso fortuito, le corresponde al deudor probarlo. En el caso de que alegue que el cuerpo cierto hubiese perecido de igual manera por caso fortuito en manos del acreedor, también le corresponde probarlo.
Cuando la cosa ha perecido por el hecho o culpa de un tercero, se extingue la obligación, pero el acreedor podrá iniciar todas las acciones que tenga el deudor en contra de aquellos culpables del perecimiento de la cosa.
Cosa de cuerpo cierto.
Es preciso recordar que, en las obligaciones de cuerpo cierto, le corresponde al deudor conservar la cosa hasta la entrega.
Si el deudor incumple con esta obligación, le corresponde indemnizar los perjuicios que cause al acreedor, pero esto solo si el acreedor no ha incurrido en mora de recibir.
Se entiende por cuerpo cierto la cosa que es inadmisible confundir con otra.
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