Las operaciones “repo”, también llamadas cesiones temporales de activos, son productos que las entidades bancarias ofrecen (Bonos del Estado, Letras...) para atraer fondos.
Qué es un Repo.
Los fondos que se invierten en las operaciones repo proceden de clientes que deciden prestar dinero al banco y, a cambio, el banco les compra o vende unos valores de su propia cartera, con el compromiso de recomprárselos (de ahí viene el origen del término repo) con un interés adicional en un plazo de tiempo fijado.
La diferencia de precio entre la compra y la recompra es el interés que gana el cliente.
Estas operaciones “repo” son muy utilizadas en el mercado de la Deuda Pública. Podemos decir que una operación “repo” es una manera de comprar Deuda Pública dentro de unos límites temporales distintos de los que señala la Deuda. El banco que vende una operación “repo” se compromete a su “recompra” en un tiempo concreto y con un interés fijado.
Ventajas de las operaciones Repo.
Las operaciones “repo” son más rentables cuando la Deuda Pública se subasta a un precio alto.
La ventaja de las operaciones “repo” es el interés que se obtiene a cambio del préstamo, aunque la garantía de ese préstamo es el activo. Pero también puede haber un inconveniente o un riesgo que se debe tener en cuenta, y es la solvencia del banco y del emisor del título. Como los títulos utilizados suelen ser activos emitidos por el Estado, se supone que la garantía está más que asegurada. Pero en tiempos de crisis económica, la búsqueda de entidades bancarias que nos ofrezcan solvencia se debe llevar a cabo con observación y exigencia.
Otro inconveniente que se debe considerar es la penalización por incumplimiento de los plazos convenidos. La decisión de retirar el dinero antes de la fecha convenida a causa de que el cliente lo necesite en un momento determinado forzaría un pacto con el banco para que hiciera la “recompra” adelantada. Esta penalización consiste en reducir los intereses al cliente.
Además de las operaciones “repo” basadas en renta fija (que son las Letras y los Bonos del Estado que ya hemos citado), también se puede operar en el mercado con operaciones “repo” de renta variable. La renta variable trabaja sobre deuda corporativa (donde entrarían los pagarés de empresas, bonos, etc.).
Esto quiere decir que se basa en activos de las empresas, no en Deuda Pública, como las operaciones "repo" de renta fija. Su rentabilidad puede ser incluso mayor que las operaciones “repo” de renta fija, pero también es cierto que implica mayor riesgo, sobre todo en momentos de extrema inseguridad, como es el momento actual.
Entra dentro de las posibilidades que las empresas que sufren la crisis económica no puedan hacer frente a las retribuciones. Como siempre ocurre en las operaciones económicas, un conocimiento profundo de la situación es la clave del éxito.
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