La masa monetaria u oferta de dinero son conceptos que entran dentro del campo de la macroeconomía y hacen referencia a los activos líquidos, es decir, al dinero que dispone una economía concreta para comprar o intercambiar servicios, bienes o títulos.
Qué es la masa monetaria.
Es claro que la masa monetaria es la cantidad de dinero disponible en la economía representado en billetes, monedas y títulos de inversión, que también conocemos como oferta monetaria.
El sector monetario trabaja sobre el mercado del dinero, que es el espacio donde se intercambian los productos financieros a partir de un precio. Y al igual que se hacen estudios sobre otros mercados, también se hacen estudios en el mercado del dinero, utilizando los mismos procedimientos. En este mercado del dinero, la ley de la oferta y de la demanda es fundamental.
La oferta y la demanda son el resultado de la proporción entre el valor (es decir, el interés que se paga) y la cantidad (los balances de efectivo).
Formas del dinero.
Cuando hablamos de dinero, no nos referimos únicamente a la forma de moneda o billete, sino también a sus otras apariencias, como títulos bancarios, cuentas bancarias, cheques o pagarés.
Todas son fachadas diferentes que tienen una misma base: el dinero. Y todo este dinero en manos de personas físicas funciona gracias al sistema electrónico de crédito.
Representación de la masa monetaria.
Una manera fácil de representar todas estas formas de dinero se hace a partir de su traducción al sistema métrico, con la siguiente clasificación:
- M0: es la cantidad total de moneda, junto con las cuentas bancarias de los Bancos Centrales.
- M1: también conocido como medio circulante, es la cantidad de dinero bajo el poder público, las cuentas corrientes en moneda nacional y los cheques en poder de residentes en el país. Conocemos los billetes y monedas que tiene el poder público al restar del total de billetes y monedas en circulación la caja de los bancos.
- M2: son las cuentas de ahorro, de economía de mercado y las de certificados de depósitos.
- M3: dentro de la masa monetaria M3 nos encontramos con las monedas, billetes en circulación y las inversiones financieras a corto plazo, es decir, es el dinero disponible de manera inmediata para poder comprar bienes. También se utiliza como indicador de la inflación a corto plazo. Para el largo plazo, queda invalidada esta clasificación.
- M4: captación de sucursales y agencias de bancos nacionales en el exterior, pero que proceden de residentes.
La masa monetaria en la economía.
El dinero está directamente relacionado con la inflación (que es el incremento de los precios de bienes y servicios en relación con una moneda durante un espacio de tiempo).
Cuando los precios suben, cada unidad monetaria vale menos, es decir, que con ella podremos adquirir menos bienes y servicios. Es un hecho que la inflación refleja la reducción del poder adquisitivo de la moneda en cuestión. Una medida que se suele tomar para conocer la inflación es el índice de precios.
Actualmente, una gran parte de las corrientes económicas está de acuerdo en aplicar una tasa reducida y estable de inflación. Esto es por una razón sencilla: una inflación reducida (en vez de negativa) puede eliminar la dureza de las recesiones económicas porque permite que el mercado se adapte a una crisis y, así, se reduzca un engaño que impida una política estable de la economía. Los responsables de mantener la tasa de inflación baja y estable son las autoridades monetarias de cada país, que normalmente son los Bancos Centrales, ya que controlan la emisión de monedas a través de los intereses, de las transacciones en el mercado de divisas y con la creación de una banca de reservas.
En definitiva, si observamos que la masa monetaria es muy alta, no es ni ventajoso ni beneficioso, sino todo lo contrario, porque nos advierte de una próxima inflación, y seguramente alta también. Al mismo tiempo, también es perjudicial una masa monetaria muy baja porque implica paro y recesión.
Con todo, podemos afirmar que sólo M1 representa el 10% de la masa monetaria global. Con este dato, podemos hacer un análisis y comprobar el grado de vulnerabilidad del sistema financiero, que se basa en una cadena de endeudamiento sobre endeudamiento, en deuda que se convierte en títulos, etc. Algo que cada vez más está ocurriendo en las economías occidentales.
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