El estado, cualquiera sea la visión o inclinación política o ideológica de quienes lo gobiernan, suele intervenir en la economía, ya sea en mayor o en menor grado dependiendo de la filosofía y los objetivos del gobierno de turno.
Intervención del estado en la economía.
La intervención del estado en la economía es absolutamente necesaria, algo que ha sido más que probado con las pasadas crisis financieras internacionales, que se deben en parte a una escasa intervención regulatoria del estado en el sector financiero.
Dependiendo de los objetivos de un gobierno, el estado debe intervenir de muchas formas en la economía para lograr los fines que se persiguen.
La intervención puede ser desde un simple hasta un complejo control, o en una intervención más directa en el comportamiento de elementos básicos de la economía, como el consumo, la oferta o hasta el ahorro.
Cómo interviene el estado en la economía.
Existen innumerables herramientas con las que el estado puede intervenir y moldear la economía más o menos a su gusto.
Dentro de las herramientas más comunes tenemos los impuestos (subida, bajada, exenciones), los subsidios, controles de precios, tasas de interés, emisión de moneda, endeudamiento, marcos normativos, inflación, gasto público, etc.
Mediante la aplicación de una o varias de estas herramientas se puede incidir directamente en la capacidad de consumo de la gente, en la oferta empresarial y la productividad de esta, en el nivel de ahorro de la población, y colateralmente en la inflación e incluso en el valor de la moneda [tasa de cambio].
Por ejemplo, cuando el estado está interesado en impulsar o reactivar un sector de la economía, suele crear beneficios tributarios para las empresas que invierten en ese sector; de allí vienen las zonas francas, las exenciones de impuestos a determinadas actividades, entre otros beneficios.
Pero quizás la herramienta más importante e indispensable es el control que debe ejercer el estado sobre las empresas, principalmente aquellas que prestan servicios públicos o de alto impacto en la sociedad, como es el caso del sistema financiero.
Aunque algunas corrientes políticas y económicas pregonan la libertad absoluta de la economía, se requiere un control e intervención del estado para evitar que algunos actores económicos cometan excesos y perjudiquen a otros o a parte de la sociedad, pues donde no hay control hay exceso y especulación.
El estado necesariamente debe crear un marco que garantice unas condiciones ideales o al menos aceptables para todos los actores económicos; de lo contrario, se creará un conflicto que puede llevar a la ruina a toda la economía.
¿Es correcto que el estado intervenga en las actividades económicas de las empresas?
En una economía de libre mercado, en teoría, el estado no debe intervenir en las actividades desarrolladas por las empresas, pero como no existe un mercado perfecto, para evitar distorsiones, el estado se ve en la necesidad de intervenir, generalmente mediante medidas regulatorias.
Si el estado no interviene, las grandes empresas pueden crear monopolios o cárteles que afectan los intereses del consumidor y del mismo estado; por ello, en cierto modo, es positivo que el estado intervenga hasta cierto punto.
La intervención del estado no solo protege al consumidor, sino a otras empresas que pueden ver obstaculizada la libre competencia, lo que a la vez mejora la competitividad de todas las empresas, lo que les facilita el proceso para ingresar al mercado internacional, donde deben ser competitivas, puesto que allí no tienen los privilegios que pudieran tener en el mercado interno.
Adicionalmente, la economía mal gestionada o mal regulada causa problemas sociales que deben ser resueltos mediante la intervención del estado, que deberá tomar medidas según el tipo de problema social, según las circunstancias de cada caso, y según el objetivo que se quiera lograr.
Ventajas y desventajas de la intervención del estado en la economía.
La intervención del estado en la economía puede solucionar problemas o causarlos, y no hay una receta ideal, puesto que cada país tiene su propia realidad y la política económica siempre está dominada por la ideología política, intereses y objetivos del gobierno de turno.
Por lo tanto, la intervención del estado puede tener muchas ventajas y desventajas.
Entre las ventajas tenemos el equilibrio y estabilidad económica, control de la inflación, disminución de las desigualdades, mejoría de la competitividad, etc.
Entre las desventajas podemos encontrar un estancamiento económico, desinversión, huida de capitales, pérdida de competitividad, inflación, pobreza; en fin, lo contrario de las ventajas cuando las cosas salen mal.
Todo depende de las medidas que tome el gobierno para intervenir y de cómo las implemente.
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