El emprendimiento es la acción de emprender, que significa acometer o comenzar un negocio o actividad, y se caracteriza por encerrar dificultad y riesgo; por ello, una persona emprendedora debe tener cierto perfil.
Qué es el emprendimiento.
La palabra emprendimiento, según se consulta en Wikipedia, proviene del francés entrepreneur (pionero) y se refiere a la capacidad de una persona para hacer un esfuerzo adicional por alcanzar una meta u objetivo. Se utiliza también para referirse a la persona que iniciaba una nueva empresa o proyecto, término que después fue aplicado a empresarios que fueron innovadores o agregaban valor a un producto o proceso ya existente, lo que hoy ha derivado en el concepto de emprendimiento actual.
En conclusión, el emprendimiento es aquella actitud y aptitud de la persona que le permite iniciar nuevos retos, nuevos proyectos; es lo que le permite avanzar un paso más, ir más allá de donde ya ha llegado. Es lo que hace que una persona esté insatisfecha con lo que es y lo que ha logrado, y, como consecuencia de ello, quiera alcanzar mayores logros e iniciar nuevos caminos.
De otra parte, un proyecto de emprendimiento es la empresa o proyecto que se inicia a fin de construir o lograr algo. Por lo tanto, emprender significa actuar o iniciar acciones para concretar o materializar algo, que en el campo empresarial se traduce en la creación de empresas y negocios.
Importancia del emprendimiento.
El emprendimiento, hoy en día, ha ganado una gran importancia por la necesidad de muchas personas de lograr su independencia y estabilidad económica. Los altos niveles de desempleo y la baja calidad de los empleos existentes han creado en las personas la necesidad de generar sus propios recursos, de iniciar sus propios negocios y pasar de ser empleados a ser empleadores.
Todo esto solo es posible si se tiene un espíritu emprendedor. Se requiere de una gran determinación para renunciar a la “estabilidad” económica que ofrece un empleo y aventurarse como empresario, más aún si se tiene en cuenta que el empresario no siempre gana como sí lo hace el asalariado, que mensualmente tiene asegurado un ingreso mínimo que le permite sobrevivir.
En muchos países (casi todos los países latinoamericanos), para muchos profesionales, la única opción de obtener un ingreso decente es mediante el desarrollo de un proyecto propio. Los niveles de desempleo, en gran parte de nuestras economías, rondan el 20%, por lo que resulta de suma urgencia buscar alternativas de generación de empleo que permitan mejorar la calidad de vida de la población.
Los gobiernos han entendido muy bien la importancia del emprendimiento, tanto así que han iniciado programas de apoyo a emprendedores para ayudarles en su propósito de crear su propia unidad productiva, pero desafortunadamente no han logrado implementar políticas que generen resultados palpables.
Casi todos los países tienen entidades dedicadas exclusivamente a promover la creación de empresas entre profesionales y entre quienes tengan conocimiento específico suficiente para poder ofertar un producto o un servicio.
La oferta de mano de obra, por lo general, crece a un ritmo más acelerado de lo que crece la economía, por lo que resulta imposible poder ofrecer empleo a toda la población. Teniendo en cuenta que nuestros estados no tienen la capacidad de subsidiar el desempleo como sí lo pueden hacer algunos países europeos, la única alternativa para garantizar a la población el acceso a los recursos necesarios para su sustento es tratar de convertir al asalariado en empresario.
Ante estas circunstancias económicas, el emprendimiento es el salvador de muchas familias en la medida en que les permite emprender proyectos productivos con los que puedan generar sus propios recursos y les permita mejorar su calidad de vida.
Qué es un proyecto de emprendimiento.
Un proyecto de emprendimiento puede definirse como un propósito para iniciar un negocio que consta de un esquema, plan y estrategia para ser llevado a cabo.
El proyecto de emprendimiento es apenas una idea estructurada o un plan de negocio que se pretende implementar.
El propósito del proyecto de emprendimiento es implementar el plan de negocios que se espera resulte en una empresa establecida, es decir, que la empresa es la materialización del proyecto del emprendimiento.
El proyecto de emprendimiento inicia con una idea de negocio que debe ser plasmada en un plan de negocios, que, una vez implementado, dará paso a la empresa como tal.
Cómo ser emprendedor.
Ser emprendedor requiere que la persona tenga esa inquietud, que tenga sueños, que no esté a gusto en su zona de confort, que no esté satisfecha con lo que tiene actualmente y que quiera ir más allá de donde está o le han dicho que puede estar.
Para ser emprendedor hay que tener ciertas actitudes y aptitudes, como gusto por la aventura, templanza frente al riesgo y la frustración, capacidad e innovación, apertura mental, etc.
Son los elementos que se requieren para que una persona sienta la necesidad de emprender proyectos, idearlos, planificarlos y luego ejecutarlos, aunque la ejecución no es necesaria para el emprendedor, pues algunos prefieren delegar ese aspecto.
Una vez se ha despertado el emprendimiento en la persona, se requiere formación; el emprendedor debe investigar sobre el proyecto o idea del que se ha interesado, para luego poder armar lo que se conoce como plan de negocios, que es otro asunto diferente.
Lo más importante es despertar esa inquietud y necesidad de aventura, de querer hacer algo, y cuando ya se tiene, es cuestión de identificar las oportunidades y las ideas de negocio para luego centrar las ideas y concentrar los recursos para materializar el proyecto.
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