El costo de oportunidad se entiende como aquel costo en que se incurre al tomar una decisión y no otra. O, dicho de otra forma, es el valor o utilidad que se sacrifica por elegir una alternativa A y descartar una alternativa B.
Qué es el costo de oportunidad.
Todo camino ofrece una oportunidad, una utilidad o ganancia, y cuando se elige un camino en lugar de otro, se renuncia al beneficio que ofrecía el camino no elegido, y es una situación a la que nos enfrentamos cuando debemos tomar una decisión que ofrece varias alternativas.
El costo de oportunidad es lo que se perderá si se descarta una de las opciones disponibles; por lo tanto, hay que evaluar qué se pierde con cada elección posible para decidir por aquella que ofrece un menor costo de oportunidad.
Cada situación siempre se puede abordar de formas distintas, y cada forma ofrece una utilidad mayor o menor que las otras. Por consiguiente, siempre que se tome una u otra decisión, se habrá renunciado a las oportunidades y posibilidades que ofrecían las otras, que bien pueden ser mejores o peores, y es de lo que se trata el costo de oportunidad.
Costo de oportunidad y beneficio obtenido.
El costo de oportunidad no es más que el beneficio al que se renuncia por no aprovechar una oportunidad; por haber elegido un camino en lugar de otro, de manera que elegir entre varias alternativas siempre implica un costo de oportunidad.
Cuando se elige una opción, se obtiene el beneficio que esta otorga, que puede ser menor o mayor que el beneficio que la opción no elegida ofrecía, y esa comparación es la que determina el verdadero costo de oportunidad.
Por ejemplo, si la opción elegida otorga un beneficio de 10 unidades, y la opción descartada aportaba un beneficio de 8 unidades, el costo de oportunidad en realidad es positivo, pues de haber elegido la opción descartada se hubiera obtenido un menor beneficio.
Esto significa que se debe hacer una evaluación de las distintas opciones para determinar cuál de ellas ofrece un menor costo de oportunidad.
Ejemplos de costo de oportunidad.
Para ilustrar el concepto de costo de oportunidad, supongamos que una persona tiene dos ofertas de empleo con las siguientes condiciones:
- Oferta A: Salario $1.500.000
- Oferta B: Salario $1.400.000.
Es evidente que si elijo B, estoy renunciando a $100.000, que será el costo de oportunidad de la opción B.
Pero hay casos en que resulta más complejo determinar el costo de oportunidad, como, por ejemplo:
- Oferta A: Salario $2.000.000.
- Oferta B: Salario $1.500.000 + comisiones.
Con la oferta A se garantiza un salario de $2.000.000 mensuales, pero con la oferta B se tiene la posibilidad de obtener un salario de $3.000.000, aunque puede que en algunos meses solo devengue el básico o menos de $2.000.000.
¿A qué se renuncia si se elige A y no B o lo contrario? ¿Cuál elegir?
Es como el contribuyente que sopesa pagar impuestos o evadirlos. Si paga, no ahorra dinero, pero si no paga, ahorra dinero en el presente y se arriesga a terminar pagando más en el futuro por sanciones e intereses.
La vida cotidiana está llena de decisiones en las que se incurre en un costo de oportunidad, solo que no lo advertimos o no lo consideramos.
Por qué determinar el costo de oportunidad.
Se supone que las decisiones económicas y financieras deben ser racionales, y debemos tomar la decisión que nos represente un mayor beneficio, es decir, la que represente un menor costo de oportunidad.
Debemos descartar la decisión que nos lleve a renunciar a un mayor valor o beneficio, y eso solo es posible si calculamos matemáticamente el costo de oportunidad. Para ello, debemos hacer las proyecciones necesarias para determinar qué opción es más rentable.
Cómo se calcula el costo de oportunidad.
No existe una fórmula para determinar el costo de oportunidad, sino que en cada caso particular se deben hacer las evaluaciones y proyecciones necesarias para determinar el valor o la utilidad de las distintas opciones, para elegir la que más nos aporte valor y descartar las que nos aporten menos valor, es decir, la de mayor costo de oportunidad.
Para calcular el costo de oportunidad, se debe hacer una especie de lista de ventajas y desventajas, de beneficios y costos, de utilidades y de pérdidas, a fin de poder comparar y elegir la que ofrezca el mayor rédito.
El costo de oportunidad no siempre es financiero.
El costo de oportunidad generalmente se monetiza, pero no siempre es el caso.
Se supone que debemos elegir la opción que más dinero nos dé y desechar aquella que nos llevaría a renunciar a un mayor valor o posibilidad, pero hay casos en los que se debe valorar el factor emocional.
Por ejemplo, es posible que en el trabajo A ganemos un mejor salario, pero en el B estemos más satisfechos personal o profesionalmente.
O es posible que en B se tenga un menor salario, pero nos quede más tiempo libre para dedicar a otro proyecto, o para dedicar a nuestra familia o alguna actividad de nuestro agrado.
En el caso de las empresas, solo importa el costo de oportunidad económico o financiero, pero en el caso de las personas, importa también el costo de oportunidad emocional, que no se puede calcular matemáticamente.
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