Contabilización del A.I.U

Mucho se habla de la figura del A.I.U utilizada en los contratos de construcción de bienes inmuebles, pero ¿cómo es su contabilización?

Cómo se contabiliza el AIU.

La contabilización ofrece dos escenarios posibles en función de la forma en que se desarrolle el proyecto de construcción: si es propio o por encargo.

El AIU hace referencia a los gastos de administración imprevistos y a la utilidad que espera el contratista.

El contratista que trabaja bajo la figura del A.I.U. debe contabilizarlo según corresponda al tipo de contratación y proyecto, lo cual puede llevar al reconocimiento contable de la totalidad del ingreso o no, como se explicará a continuación.

Cuando el constructor construye un proyecto y luego vende

Este es el caso del arquitecto que construye un conjunto cerrado para luego vender las casas.

Durante el proceso de construcción, el arquitecto incurre en una serie de costos y gastos hasta colocar en venta las casas.

Todos esos costos y gastos deben registrarse en su contabilidad.

Una vez que vende las casas, el precio por el que venda cada casa constituye un ingreso, y se registra la totalidad de la venta como ingreso.

Aquí no importa el AIU ni se registra; lo que se registra es el total de ingresos y el total de costos y gastos.

Si el arquitecto o la constructora contabilizara únicamente el AIU, ¿dónde quedarían los costos y gastos en los que se incurrió? Es evidente que toda operación económica que realice una empresa debe ser registrada, pues en caso de una revisión por un tercero no hay forma de determinar nada a ciencia cierta.

Cuando el constructor construye un proyecto por encargo de un tercero

Este es el caso del arquitecto o la constructora que construye un proyecto por encargo de un cliente, y el cliente asume todos los costos y gastos relacionados con el proyecto, excepto lo que corresponde al AIU, que es lo que le corresponde al constructor.

En este caso, el arquitecto o la empresa constructora contabiliza únicamente lo relacionado con el AIU, que es lo que el cliente le paga.

Los costos del proyecto no los debe contabilizar porque quien los paga es el cliente, y es el cliente quien debe registrar esos costos y gastos.

En tal caso, el constructor solo recibe unos honorarios por la construcción de una obra y no vende la obra; por tanto, no recibe ingresos por ventas, ni compra los materiales para construir, por lo que no incurre en esos costos y no debe contabilizarlos.

En esas condiciones, el constructor solo reconoce en su contabilidad lo relacionado con el AIU, tanto en ingresos como en los costos y gastos asociados al AIU.

Es así porque el proyecto no es suyo, sino de un tercero, y ese tercero es quien financia el proyecto, lo vende y obtiene los ingresos por ello.