El capital social de una empresa son los aportes que los socios hacen al constituir la empresa o en futuros incrementos de capital.
El capital social está constituido por los aportes que una persona, natural o jurídica, hace como socio o inversionista en una empresa determinada.
El capital social está conformado por los aportes en dinero o bienes que hacen los socios mediante acciones, participaciones o cuotas partes.
Los aportes que hacen los socios se realizan con carácter no devolutivo y quedan a disposición de la empresa para que desarrolle su objeto social.
El capital social forma parte del patrimonio de la empresa y se entiende como una deuda de la sociedad frente a los socios, pero no en el sentido de un pasivo con terceros o acreedores.
Para constituir una sociedad se requiere de capital, capital que puede ser obtenido de los inversionistas mediante aportes, que es lo que se conoce como capital social, y por pasivos mediante endeudamiento con entidades financieras, por ejemplo.
Así, el aporte de los socios forma parte del patrimonio de la empresa y los créditos con los bancos forman parte del pasivo.
El capital social se forma con los aportes de los socios según se haya estipulado en la escritura pública de constitución de la sociedad, o en el documento o contrato en el que se haya constituido.
Cada socio debe realizar el aporte al que se haya comprometido en el respectivo contrato de sociedad, en los plazos y formas allí estipulados.
El capital social se incrementa únicamente mediante nuevos aportes sociales, ya sean de los mismos socios o de nuevos socios que ingresen a la empresa, y eso se conoce como ampliación de capital.
El patrimonio de la empresa se puede incrementar por las utilidades que esta obtiene en un periodo determinado, pero ese rendimiento no forma parte del capital social, sino que es una partida distinta y separada dentro del patrimonio.
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