Se entiende por activos corrientes aquellos activos que son susceptibles de convertirse en dinero en efectivo en un periodo inferior a un año.
Qué es un activo corriente.
El activo corriente es todo activo que está disponible para su utilización inmediata, o que está disponible en el corto plazo para cubrir cualquier necesidad, obligación o contingencia de la empresa.
No es lo mismo tener dinero en el banco del que se puede disponer en cualquier momento, que tener una propiedad que vender puede tomar meses o años.
El activo corriente también se conoce como circulante, puesto que se trata de un activo disponible de forma casi inmediata para circularlo mediante pagos, compras, etc.
Ejemplo de activos corrientes.
A continuación, señalamos algunos ejemplos comunes de activos que son clasificados como corrientes o circulantes:
- Caja y bancos. Naturalmente, estos son activos corrientes, puesto que ya son dinero en efectivo, disponibles de forma inmediata.
- Inversiones. Corresponde a los recursos que la empresa ha invertido en títulos valores, acciones y cuotas partes, entre otros. Igual que los CDT, las inversiones se deben clasificar según el tiempo necesario para convertirlas en efectivo. Por costumbre, se ha considerado que todas las inversiones se clasifican en activos corrientes y no siempre es así, toda vez que bien pueden existir inversiones que, aunque sea posible convertirlas en efectivo, no es la intención de la empresa. A manera de ejemplo, tenemos las acciones y/o cuotas partes, las cuales algunas empresas adquieren con la intención de mantenerlas por tiempo indefinido, lo que las lleva a convertirse en activos no corrientes.
- Clientes. Corresponde a las deudas que los terceros tienen con la empresa. Estos terceros pueden ser los clientes (cartera), socios, trabajadores, etc. Por lo general, este rubro siempre es activo corriente, puesto que la empresa no concede préstamos ni créditos a largo plazo, en especial las empresas industriales, comerciales o de servicios. No sucede lo mismo con las entidades financieras, cuyo objeto social es precisamente prestar dinero a los clientes a plazos que pueden llegar inclusive a 15 años, como en el caso de los préstamos para vivienda.
- Inventarios. Los inventarios, por obligación, deben ser activos corrientes, puesto que una empresa no puede darse el lujo de comprar mercancías para almacenarlas durante meses o años, ya que de hacerlo incurriría en un alto costo financiero por tener recursos inmovilizados que no generan rentabilidad alguna. Lo ideal en el caso de los inventarios es acercarse en lo posible a lo que se conoce como inventario cero (producción justo a tiempo).
En general, todo activo que sea fácilmente convertible en efectivo se clasifica como corriente.
Importancia de los activos corrientes.
Los activos corrientes son de gran importancia en toda empresa, puesto que es con ellos que la empresa puede operar, adquirir mercancías, pagar nómina, adquirir activos fijos y pagar sus pasivos, entre otros aspectos.
El activo corriente es el que determina la capacidad de la empresa para generar flujo de caja, necesario para operar con normalidad y eficiencia, y denota la capacidad para cubrir obligaciones en el corto plazo.
El activo corriente es un factor importante del capital de trabajo, toda vez que éste se determina restando el pasivo corriente al activo corriente. Es el que determina la capacidad de pago que tiene la empresa, un aspecto tenido muy en cuenta tanto por las entidades financieras como por los proveedores.
El capital de trabajo depende del volumen de activos corrientes que tenga la empresa. Si no se tienen activos corrientes suficientes, la empresa puede presentar dificultades de liquidez, lo cual afecta su relación con proveedores y acreedores, e incluso con los mismos socios.
A un banco o a un proveedor le interesa más la capacidad de pago de una empresa que el monto de sus activos fijos, lo cual se debe a que al banco le interesa más que la empresa le pague a que le entregue sus activos fijos como pago por la deuda.
Por lo anterior, es importante que la empresa tenga suficientes activos corrientes, o que tenga capacidad para generarlos con facilidad.
Los activos fijos, por lo general, se utilizan para respaldar las deudas, pero es el activo corriente el que debe pagar la deuda. Claro está que el activo corriente, en buena parte, es generado por los activos fijos, por lo que indudablemente también son importantes.
Cuentas de los activos corrientes.
Las cuentas de los activos corrientes son las siguientes:
- Caja
- Bancos
- Inversiones
- Deudores
- Inventarios
En los deudores están las cuentas por cobrar a clientes o cartera, además de deudores distintos a clientes, como socios, trabajadores, etc.
Comentarios adicionales.
A excepción de caja y bancos, cada activo debe ser analizado individualmente para poder determinar si se debe clasificar como corriente o como activo no corriente.
Como ya se anotó, se debe entender que un activo se considera corriente cuando este se puede convertir en efectivo en un término inferior a un año, pero hay ciertos activos que, a pesar de su clasificación general de corrientes, no lo son.
Es el caso de los clientes, que por lo general es cartera que se recauda en el corto plazo, pero puede haber algún cliente al que se le haya otorgado un plazo mayor que impida clasificar esa cartera específica como corriente.
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